Por J. Marcos Gonzalez López / Gerente Zona Sureste
Calidad del Aire Interior
La calidad del aire interior es de suma importancia ya que pruebas de calidad de aire realizadas en espacios cerrados y mal ventilados demuestran que esto tiene mucha injerencia en la salud de los ocupantes de dichos edificios, la organización mundial de la salud estima que un 30% de los edificios de oficinas tienen este tipo de problemas, ya que entre el 10% y 30% de los ocupantes sufren de algún padecimiento de salud a causa de una mala calidad de aire en el interior del mismo.
Tan solo en estados unidos el instituto nacional de seguridad y salud ocupacional ha recibido 3000 llamadas telefónicas en una semana, relacionadas con problemas de salud causadas por una mala calidad del aire dentro del interior del edificio donde laboran o viven, la mayoría de estas llamadas piden se realice una investigación al respecto.
Las causas y consecuencias de una mala calidad de aire interior no han tenido la difusión necesaria por lo que no se ha entendido bien este problema, la American Industrial Hygiene Association (AIHA) indica que los propietarios, administradores, y ocupantes de edificios requieren tener más información sobre este tipo de problemas de la que existe actualmente ya que una mala información al respecto podría causar temores sin ofrecer soluciones.
Air Quality de México ha preparado este boletín con la finalidad de informar y que los propietarios, administradores y ocupantes de edificios puedan tomar decisiones adecuadas para resolver este tipo de problemas.
¿Qué es una buena Calidad del Aire Interior?
Los ocupantes de un edificio se sienten a gusto cuando el aire está libre de malos olores, polvo, cuando el aire no está demasiado estático o existen corrientes muy fuertes o turbulentas y cuando existen buenas condiciones de humedad y temperatura, a continuación les damos algunos puntos a considerar para una buena calidad de aire.
- Las instalaciones de ventilación están acorde a lo establecido en la norma 62-2001 de la American Society of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning Engineers (ASHRAE).
- Buscar el punto de confort (Temperatura, Humedad, Movimiento de Aire) donde la mayoría de los ocupantes opinen que son aceptables.
- Los equipos mecánicos y las superficies del edificio son mantenidos en condiciones salubres.
- Aislar las fuentes de emisiones importantes de los espacios ocupados.
- Controlar de manera inmediata cualquier fuente contaminante.
- Realizar en todas las actividades de operación, mantenimiento y construcción de tal manera que minimice el riesgo de contaminar otras áreas ocupadas vía aérea.
Características comunes a los edificios enfermos
Normalmente para ningún edificio debe considerarse como evidente su pertenencia a la categoría de edificio permanentemente enfermo. Sin embargo, en la práctica, estos edificios tienen, según la
OMS, una serie de características comunes:
- Casi siempre tienen un sistema de ventilación forzada que generalmente es común a todo el edificio o a amplios sectores y existe recirculación parcial del aire. Algunos edificios tienen la localización de las tomas de renovación de aire en lugares inadecuados mientras que otros usan intercambiadores de calor que transfieren los contaminantes desde el aire de retorno al aire de suministro.
- Con frecuencia son de construcción ligera y poco costosa.
- Las superficies interiores están en gran parte recubiertas con material textil, incluyendo paredes, suelos y otros elementos de diseño interior, lo cual favorece una elevada relación entre superficie interior y volumen.
- Practican el ahorro energético y se mantienen relativamente calientes con un ambiente térmico homogéneo.
- Se caracterizan por ser edificios herméticos en los que, por ejemplo, las ventanas no pueden abrirse.
Síntomas y diagnóstico
La sintomatología a observar para poder diagnosticar un edificio enfermo es muy variada, pudiendo llegar a ser compleja, ya que suele ser el resultado de la combinación de distintos efectos. Los síntomas más significativos incluyen:
- Irritaciones de ojos, nariz y garganta.
- Sensación de sequedad en membranas mucosas y piel.
- Ronquera.
- Respiración dificultosa.
- Eritemas (Erupciones cutáneas).
- Comezón.
- Hipersensibilidades inespecíficas.
- Náuseas, mareos y vértigos.
- Dolor de cabeza.
- Fatiga mental.
- Elevada incidencia de infecciones respiratorias y resfriados.
En ciertos edificios pueden además verse incrementadas algunas enfermedades comunes del individuo, tales como sinusitis y algunos tipos de eczemas.
Para diagnosticar la existencia de un síndrome de edificio enfermo tiene que efectuarse una investigación cuidadosa entre el personal afectado, teniendo en cuenta los síntomas reseñados. Se considerará también que en estos edificios, según los estudios realizados, los síntomas son más frecuentes por la tarde que por la mañana, el personal de oficina es más propenso que el directivo a experimentar molestias, las quejas son más abundantes cuanto menos control tiene la gente sobre su entorno.
Posibles factores de riesgo
Contaminantes ambientales
El número de posibles contaminantes es enorme ya que pueden tener muy diversos orígenes. Los propios ocupantes del edificio pueden ser una de las fuentes más importantes ya que el ser humano produce de forma natural dióxido de carbono (CO2), vapor de agua, partículas y aerosoles biológicos, siendo a la vez responsable de la presencia de otros contaminantes entre los que destaca el humo de tabaco que en sí contiene más de 3000 compuestos, entre ellos, monóxido de carbono (CO), aldehídos, óxidos de nitrógeno, metales, etc.
Los materiales de construcción y decoración del edificio así como los muebles y demás elementos pueden también ser la causa de la presencia en el aire de compuestos tales como formaldehído, vapores orgánicos, polvos y fibras (asbestos, vidrio, textiles). Por otra parte los materiales usados para el trabajo de oficina, en las instalaciones o para el mantenimiento pueden aportar contaminantes al ambiente. Ese es el caso de los productos utilizados como correctores, del ozono desprendido por las fotocopiadoras, los biocidas, los productos de limpieza, los desodorantes, etc. Existen también casos en que estos contaminantes proceden del exterior del edificio como pueden ser los humos de escape de automóviles, el dióxido de azufre o el radón.
El polvo presente en un aire interior está formado por partículas tanto orgánicas como inorgánicas, muchas de las cuales pueden clasificarse como fibras. El polvo total dependerá de la ventilación, la limpieza, la actividad en la zona y el grado de presencia de humo de tabaco.
Los contaminantes biológicos pueden ser responsables de enfermedades infecciosas y también de alergias. Hay que considerar los posibles efectos de bacterias, virus, hongos, ácaros, etc.
Son, por el momento, muy pocos los límites ambientales existentes para estos contaminantes. No hay que olvidar que en el caso de los productos químicos, sus mezclas pueden tener sobre el ser humano efectos aditivos, sinérgicos o antagónicos y que el conocimiento de estas interacciones es aún muy limitado. Por otra parte tampoco se conocen los efectos de ciertas sustancias sobre el organismo cuando la exposición es a muy bajas concentraciones y durante largos periodos de tiempo. Todo lo cual dificulta el establecimiento de límites.
La OMS en unas Guías para el establecimiento de la Calidad del Aire recomienda unos valores para proteger la salud pública para 28 sustancias, algunas de las más significativas para el SEE se recogen en la Tabla 1.
Tabla 1: Valores de referencia para algunas sustancias no cancerígenas en aire según OMS
Para el CO2, que la mayoría de autores no consideran como un contaminante dado su origen humano, y que sí se usa como indicador de la calidad del aire interior para establecer el correcto funcionamiento de los sistemas de ventilación, el estándar ASHRAE 62-2001 de la American Society of Heating, Refrigerating and Air Conditioning Engineers, recomienda un límite de 1000 ppm para satisfacer criterios de confort, (olor). Este mismo estándar sugiere, para aquellos contaminantes químicos que no tienen establecido un valor de referencia propio, una concentración de 1 /10 del valor recomendado (TLV) para ambientes industriales por la American Conference of Governmental Industrial Hygienists (ACGIH). Sin embargo los valores para contaminación ambiental son mucho más bajos.
Olores
Algunos gases y vapores ocasionan des confort sensorial debido a olores e irritaciones que pueden producir ansiedad y estrés, especialmente cuando sus fuentes no están identificadas. Recientemente se han definido dos nuevas unidades, el olf y el decipol, para cuantificar fuentes de contaminación y niveles de contaminación tal como los percibe el ser humano. Un olf es el total de contaminantes (bioefluentes) aportados al aire por una persona estándar. Cualquier otra fuente se cuantificara como el número de personas estándar (olfs) necesarios para generar la misma insatisfacción que ella. Un decipol es la contaminación ambiental generada por una persona estándar (un olf), ventilada por 10 L/seg de aire no contaminado.
Iones
Algunos autores defienden la hipótesis de que la ausencia de iones negativos en un ambiente cerrado puede ser el origen de un SEE. No existe sin embargo evidencia de que la utilización de generadores de iones tenga beneficios totalmente demostrables.
Iluminación
Un nivel de iluminación bajo, un contraste insuficiente, los brillos excesivos y los destellos pueden ser causa de stress visual generador de irritación de ojos y dolores de cabeza. El uso prolongado de pantallas de visualización de datos (PVD) requiere una iluminación particularmente bien diseñada. Según las diferentes tareas visuales puede recomendarse para trabajos de oficina 500-1000 lux y para trabajos con PVD 150-300 lux en pantalla y 500 lux en teclado y documentos.
Ruido
Conviene mantener los niveles de presión sonora en los límites de 60-70 dB(A) recomendados como confortables ya que valores superiores pueden producir fatiga. Sin embargo la naturaleza del ruido es un factor importante. Así los infrasonidos, los ruidos de baja frecuencia y los tonos puros pueden causar irritabilidad y molestias. La Norma ISO 1966.2-1987 hace referencia a esta problemática.
Vibraciones
Las vibraciones producidas en las cercanías de un edificio o debidas a máquinas instaladas en el mismo también pueden afectar.
Sobre este tema se han efectuado numerosos estudios que han llevado al establecimiento de las correspondientes Normas. (ISO 2631.1 y 2631.3-1985)
Ambiente térmico
Se han desarrollado varios estándares sobre este tema. El más aceptado son el conjunto de las normas de confort térmico recomendadas en ISO 7730-1984 que establece un intervalo, óptimo de temperaturas (aire, radiante y simetría radiante) y condiciones para personas con diferentes intervalos metabólicos y usando diferentes ropas.
Los valores recomendados son:
- Temperatura operativa del aire: 22 ºC ±2 ºC para invierno y 24,5 ºC ±1,5 ºC para verano.
- Diferencia vertical de temperatura del aire entre 1, 1 m y 0,1 metros (cabeza y tobillo) inferior a 3 ºC.
- Temperatura de superficie de suelo entre 19 y 26 ºC (29 ºC para sistemas de calefacción por suelo).
- Velocidad media del aire inferior a 0,15 m/seg en invierno y 0,25 m/seg en verano.
- Asimetría de temperatura radiante debida a planos verticales (ventanas, etc.) inferior a 10 ºC.
- Asimetría de temperatura radiante debida a planos horizontales (techos, etc) inferior a 5 ºC.
Humedad relativa
Los procesos de humidificación causan serios problemas y han de ser vigilados cuidadosamente. No existe acuerdo sobre cuál es el intervalo ideal de humedad relativa aunque el más generalizado se fija entre el 20 y el 60% (preferiblemente del 30 al 50%). Niveles muy altos de humedad, por ejemplo >70%, favorecen el incremento de hongos y otros contaminantes microbiológicos mientras que niveles inferiores al 30% ocasionan sequedad en las membranas mucosas.
Ventilación
Una ventilación insuficiente es una de las causas más frecuentes de SEE. Existen normativas sobre aportes mínimos de aire en muchos países, pero varían de unos a otros así como entre zonas de no fumadores y de fumadores (intervalo entre 2,5 – 20 litros por segundo y por persona).
La International Energy Agency (IEA) indica que un aporte de aproximadamente 8 litros por segundo (cerca de 30 M3 /h) por persona (actividad sedentaria) será adecuada para extraerlos bioefluentes humanos (olores) en áreas de no fumadores. En zona de fumadores el aporte de aire fresco debe ser mayor.
Por su parte el estándar ASHRAE 62-2001 propone para obtener una calidad aceptable de aire interior una serie de aportes mínimos de aire fresco. Estos valores pretenden mantener el CO2 y otros contaminantes dentro de un adecuado margen de seguridad en función de una variabilidad en el tipo de espacios interiores, presuponiendo en la mayoría de los casos que la contaminación producida es proporcional al número de personas que los ocupan. Así para una oficina se recomienda un aporte mínimo por persona de 10 L/seg (cerca de 35 m3 /h) y para una sala de fumadores este valor debe aumentarse hasta 30 L/seg por persona.
La ventilación en sí no debiera ser causa de problemas adicionales, sin embargo hay que cuidar el mantenimiento y limpieza de los equipos de ventilación y evitar o filtrar recirculaciones de aire que puedan introducir nuevos contaminantes.
Factores psicosociales
Los factores psicosociales pueden desempeñar un papel importante aumentando el estrés del personal. La organización del trabajo, la insatisfacción en general, el tiempo de trabajo, el contenido de la tarea, la comunicación y relación, etc. pueden afectar haciendo a la gente más influenciable por los factores ambientales.
¿Qué puede hacerse acerca de las quejas sobre la Calidad del Aire Interior?
En primer lugar, por medio de entrevistas o cuestionarios, determine:
- ¿Cuáles son las quejas específicas?
- ¿En qué parte del edificio existen preocupaciones similares acerca de la Calidad del Aire Interior?
- ¿Cuándo ocurre el problema?
- ¿Cuándo y dónde ocurrió por primera vez?
- ¿Quién ha sido afectado?
- ¿Qué malestares de salud están experimentando los ocupantes?
- ¿Cesan los malestares de salud poco después de que salen del edificio?
- ¿Los afectados ¿han visto a un médico? ¿Cuáles fueron los diagnósticos?
- ¿Existe alguna condición ambiental (por ej., el clima) o actividad (por ej., remodelación, uso de la fotocopiadora, rocío de pesticidas) dentro o fuera del edificio asociada con la ocurrencia del problema?
El ingeniero del edificio o el contratista ¿han evaluado las áreas de climatización? Si lo hicieron ¿a qué conclusiones llegaron?
En segundo lugar, evalúe la información. Determine si las quejas siguen un patrón de tiempo o espacio. Asimismo, considere si el problema puede estar vinculado con una actividad dentro o fuera del edificio, o con un sistema de climatización que no funciona bien. En muchos casos, la fuente de las quejas puede descubrirse fácilmente con poca investigación. Por ejemplo, podrían ser las entradas de aire del sistema de climatización que están al lado de la rampa de carga, la reciente añadidura de cuatro fotocopiadoras grandes en un cuarto pequeño sin modificaciones en el sistema de ventilación, un termostato mal ajustado o roto, o una remodelación reciente.
¿Cómo se pueden evitar problemas con la Calidad del Aire Interior?
Tres medidas fundamentales que reducirán en gran medida la probabilidad de problemas con la Calidad de Aire Interior son: (1) el buen diseño del edificio, (2) un mantenimiento eficaz del edificio (sobre todo del sistema de climatización y filtración) y (3) proyectos de remodelación diseñados y ejecutados inteligentemente. Se recomienda que todo administrador de edificio elabore un perfil de desempeño del sistema de ventilación del edificio, incluyendo análisis de comodidad, ventilación, filtración e higiene. Esto se logra haciendo lo siguiente:
- Inspeccionando áreas accesibles del sistema en busca del mal funcionamiento, un diseño defectuoso o contaminación obvia.
- Determinando el flujo de aire, la temperatura, la humedad, las concentraciones de bióxido de carbono, y el equilibrio de aire (diferenciales de presión) en áreas representativas (zonas o cuartos) del edificio. La información recopilada:
- Puede revelar problemas con el sistema de climatización del edificio, es decir, áreas en las cuales el sistema evidentemente no está desempeñándose a la par con el resto del edificio.
- Permite una comparación de los parámetros de diseño del edificio, códigos y normas de edificios establecidos en la Norma 62-2001 de la American Society of Heating, Refrigerating and Air-Conditioning Engineers (ASHRAE).
Además del perfil de sistema inicial, es esencial que el sistema de climatización sea inspeccionado y mantenido con regularidad.
El mantener una buena Calidad del Aire Interior también requiere una cuidadosa administración de las actividades de limpieza, de control de insectos y de ingeniería o mantenimiento del edificio por parte del contratista.
Antes de iniciar actividades de remodelación, discuta sus preocupaciones sobre la Calidad del Aire Interior con arquitectos y contratistas. Exija que los materiales y procedimientos utilizados minimicen los contaminantes llevados por el aire. Cuando sea factible, programe el trabajo para minimizar el impacto en la calidad del aire (por ej., pinte los fines de semana) y haga los arreglos necesarios para que el sistema de ventilación que sirve al área quede aislado del resto del sistema de climatización. Si se están añadiendo o moviendo paredes en el área del proyecto, o si el número o la distribución de ocupantes son cambiados en gran medida, modifique el sistema de ventilación para que satisfaga los nuevos requisitos.
¿Qué se puede hacer para controlar los contaminantes del aire interior?
El mejor método de controlar los contaminantes del aire interior tiene que ver con la fuente o fuentes que causan las quejas. El control de las fuentes es normalmente la solución más económica y eficaz al problema. Por ejemplo, quejas relacionadas con el humo de tabaco en el ambiente se pueden eliminar prohibiendo que se fume dentro del edificio, o aislando áreas para fumar designadas y suministrando ventilación independiente para dichas áreas.
La modificación del sistema de ventilación también puede ser un método eficaz para resolver las quejas sobre la Calidad del Aire Interior. Los contaminantes pueden ser diluidos con aire del exterior, o contaminantes tales como el radón pueden ser aislados o removidos cambiando las relaciones de presiones de aire entre áreas adyacentes. El aumentar el suministro de aire exterior para satisfacer los criterios de ASHRAE 62-2001, normalmente, no es ni difícil ni prohibitivamente caro. A menudo el aumento en costo es del 5 por ciento o menos del gasto anual original para energía. La mejora del ambiente de trabajo se paga por si misma (y hay ganancia) al mejorarse la productividad de los ocupantes.
También se pueden utilizar sistemas de filtración de aire para controlar los contaminantes del aire interior, sobre todo cuando la fuente del contaminante se encuentra fuera del edificio. Por ejemplo, los ocupantes del edificio pueden sufrir reacciones alérgicas al polen que es introducido en el edificio con el aire exterior. Típicamente, la limpieza del aire se realiza con un sistema de filtración de aire que es utilizado conjuntamente con el control de fuentes u otros cambios en el sistema de ventilación.
¿Cuándo debo buscar ayuda externa?
Si el problema persiste después de que usted ha identificado y rectificado las fuentes obvias, es posible que usted quiera buscar asistencia externa. Es posible que necesite ayuda externa si el problema requiere atención inmediata y colectiva y sus recursos son limitados, o si su investigación preliminar revela muy poco y usted no sabe cuál es el próximo pasó a seguir.
Los profesionales de la higiene industrial y la ingeniería de ventilación y filtración son una fuente de especialistas para la resolución de problemas con la Calidad del Aire Interior.
En algunos casos, es posible que requiera asistencia de especialistas en medicina, iluminación, diseño acústico o psicología. Independientemente de los antecedentes del experto, usted debe estar consciente de que la experiencia profesional comprobada es esencial para la resolución de los problemas de Calidad del Aire Interior. Las habilidades de investigación y de percepción necesarias para resolver su problema sólo se desarrollan con la experiencia, la educación y un compromiso personal de permanecer actualizado en este campo que evoluciona tan rápidamente.
Si tiene algún tipo de problema de este tipo dentro de su lugar de trabajo o residencia, no dude en contactarnos para poder ofrecerle un solución a sus problemas de contaminación química o biológica, le ofrecemos realizar un estudio de las áreas afectadas y hacerle un reporte con las soluciones viables a los problemas dentro del edificio o áreas de trabajo.