El 31 de diciembre del 2019 la OMS comunicó una serie de casos de neumonía en Wuhan, una ciudad de China. Se trataba de un nuevo virus, cuestión que causó preocupación ya que se desconocen las manera en que afectan a las personas.
El 7 de enero del año en curso, las autoridades chinas confirmaron que se trataba de un coronavirus, nombre debido a su forma de corona, virus que causa síntomas similares al resfriado común y enfermedades como el MERS Y el SARS. Este nuevo virus se denominó 2019-nCoV. (2019 por el año de descubrimiento, n por “nuevo”, Co de Coronavirus y V de viral o virus).
Al 30 de enero según datos de la OMS se reportaron en Wuhan, China, más de 7,700 casos confirmados, con 170 de ellos mortales y afección en 18 países (82 casos confirmados) y más de 20000 personas en observación. Por lo que siguiendo las recomendaciones del Comité de Emergencias, ha declarado este nuevo brote como una emergencia de salud pública internacional.
Los coronavirus son de transmisión zoonótica, es decir, se puede contagiar de los animales a las personas. Posteriormente puede propagarse de persona a persona a través de las gotitas de flugge ( saliva y mucosidad), hasta a un metro de distancia.
Esta infección suele cursar con fiebre y síntomas respiratorios (tos y disnea o dificultad para respirar). En casos más graves puede causar neumonía, síndrome respiratorio agudo severo, insuficiencia renal e, incluso, la muerte.
Las recomendaciones habituales para no propagar la infección son la buena higiene de manos y respiratoria, cubrirse la boca y la nariz al toser y estornudar. Evitar el contacto estrecho con personas que presenten signos de afección respiratoria. Así como mantener buena ventilación de hogares y edificios a pesar de las bajas temperaturas. Limpiar los artículos personales periódicamente e incluso desinfectarlos con cloro o similares.
Se sabe que actualmente hay una gran demanda, en especial en China de mascarillas quirúrgicas para evitar contagios, estas constan de paños de tela que se sujetan a la cara mediante dos lazos, suelen ser las más económicas y las más fáciles de encontrar en farmacias. Sin embargo, solo suelen proteger cuando una persona enferma tose o estornuda, la partículas no lleguen a la boca o nariz, pero no garantiza que los virus transmitidos por el aire no lleguen al organismo. Por lo que no es un método seguro de protección.
Otro tipo de mascarilla utilizada en menor demanda son los respiradores tipo N95 que tiene una eficiencia de 95% para partículas de 0,3 micrones, mientras que el tamaño de la partícula del 2019-nCoV es de poco más de 0,1 micrones. De esta forma, el virus puede llegar al organismo de una persona, aún lleve puesto este tipo de respirador.
Como se comentó anteriormente siempre es importante la buena ventilación de edificios y hogares, por lo que la calidad del aire que exista en dichas áreas debe buscarse sean de la mejor calidad posible. Por ello es vital revisar las instalaciones de filtración, su instalación, equipo, estado de los filtros y mantener un buen control de las sábanas de mantenimiento. Desde áreas generales, pero especialmente en cuartos limpios o áreas blancas.
Si llegas a tener dudas sobre el estado, uso, suministro y control en tus sistemas de filtración, así como el conocer si llevas correctamente las sábanas de mantenimiento, recuerda que en Air Quality de México te apoyamos.